Parque del Salón

Parque del Salón

Parque del Salón

El Parque del Salón de Isabel II, conocido popularmente como el Parque del Salón, surge en 1830 más allá de la puerta del Mercado, sobre la huerta del convento de los padres Carmelitas descalzos situados a extramuros de la ciudad. Las obras de urbanización concluyeron en 1860 con el alumbrado público y dieron paso al parque que hoy ocupa unos 30.000 metros cuadrados.

Varios han sido desde entonces los elementos que han ido cambiando. El templete de hierro, la pista de karts, las fuentes… modificándose por otras construcciones como el parque infantil, el nuevo auditorio o la cafetería-terraza del parque.

La vegetación, importante

Parque del Salón

Lo que no ha sufrido ningún cambio ha sido la presencia de vegetación. Esta, en un principio se organizaba en torno a seis avenidas y se realizó con la ayuda inicial de la empresa del Canal de Castilla que en 1840 puso a disposición de la ciudad una importante parte de los plantones.  Dentro de la gran variedad que podemos encontrar a día de hoy destacan los plátanos de sombra, magnolios con sus magníficas flores blancas, los sauces llorones con sus ramas delgadas, largas y flexibles, los tejos presentes todo el año con sus pequeños frutos rojos, los castaños de indias o los ciruelos del Japón que aportan ese color rojizo al parque, manzanos, ciruelos, melocotoneros… y un sinfín de especies de árboles que aportan frescor y vida a este parque donde se reúnen Palentinos y foráneos cada tarde para dar un paseo o tomar un refresco.               

Este espacio público, por su localización y sus dimensiones atrae una buena parte de la actividad cultural y lúdica de la ciudad: exposiciones, conciertos, muestras y ferias, convirtiéndose en uno de los puntos de encuentro más bulliciosos de la ciudad. 

Convento Las Claras

Convento Las Claras

Convento Las Claras

Conocido popularmente como el Convento de las Claras y situado frente al Teatro Principal, este Convento de estilo Gótico guarda, no sólo un importante patrimonio, sino un sinfín de leyendas y misterios.

Arquitectónicamente su Iglesia es la única con planta de cruz griega en nuestra ciudad. De su construcción del siglo XIV lo que llama poderosamente la atención es su gran arco carpanel de la entrada que alberga las imágenes de Santa Clara, San Francisco y San Miguel.

Pero si por algo es conocido este convento es por guardar en la capilla frente al coro la imagen del conocido como Cristo de las Claras o de la Buena Muerte.  Según reza la tradición, esta imagen fue encontrada por el Almirante Enríquez en el año 1407-1410 flotando en aguas del Mediterraneo, decidiendo trasladarla hasta el convento Palentino. Por su aspecto se le han atribuido ciertas peculiaridades como que le crece el pelo y las uñas o que le sangran las llagas. Si bien esos datos quedan para la imaginación del visitante lo que si es cierto es que se trata de una impresionante talla articulada destinada a la representación teatral del descendimiento de Viernes Santo y que como ella sólo se cuenta en España con otras tres más.

Leyendas del Convento

Cristo del Convento Las Claras

La otra leyenda hay que relacionarla con el poeta romántico José Zorrilla, que situó en este convento de clarisas la trama de su leyenda titulada “Margarita la Tornera”, en la que narra la historia de una joven novicia enamorada de un joven que decide abandonar el Convento para seguir a su amado. Tiempo después, arrepentida y avergonzada, decide regresar al Convento dándose cuenta de que ninguna de las hermanas ha notado su ausencia gracias a que la mismísima Virgen se había hecho pasar por ella todo ese tiempo para evitar la expulsión de la congregación de Margarita.                         

Dos leyendas que sin lugar a duda convierten este Convento en uno de los lugares que bien merecen una visita en Palencia.

Por cierto, si tienes intención de casarte y no tienes a bien que llueva ese día, es una costumbre muy Palentina llevar a las Claras una docena de huevos para que intercedan. ¿Verdad? ¿Leyenda?… yo no me arriesgaría. 

Interior del Convento Las Claras
Camino Lebaniego

Camino Lebaniego

Camino Lebaniego

El Camino Lebaniego Castellano es una experiencia en todos los sentidos: cultural, natural, social y de introspección personal. Esta peregrinación con más de cinco siglos de historia comienza en la capital palentina, concretamente en la Dársena del Canal, junto al Museo del Agua y, a través de los caminos de sirga nos lleva por las localidades canaleras recorriendo toda la provincia de sur a norte hasta cruzar las montañas a través de Piedrasluengas, rumbo al destino final: el Monasterio de Santo Toribio de Liébana.

El origen de este Camino surge como consecuencia de los actos de Santo Toribio, obispo de Astorga y monje predicador de la religión católica, el cual, durante sus andanzas por Tierra Santa, en el siglo v, consiguió dar con el trozo más grande de la Santa Cruz de Jesucristo, posteriormente conocida como Lignum Crucis.

Lignum Crucis, la cruz de Cristo más grande conservada

Camino Lebaniego
Monasterio Lebaniego

Esta reliquia se guarda a día de hoy en el Monasterio de Santo Toribio y es considerada la más grande conservada de la cruz de Cristo.

Además, este Camino se cruza en Frómista y Boadilla del Camino con otro camino de peregrinación por excelencia: el Camino de Santiago Francés.  

No dejes pasar este año Jubilar Lebaniego. Planea bien las etapas y prepárate a conocer y disfrutar todos los secretos de esta ruta.

En nuestra Oficina de Turismo podrás recoger tu credencial.

Mapa Camino Lebaniego
Canal de Castilla

Canal de Castilla

Canal de Castilla

El Canal de Castilla es uno de los proyectos de ingeniería civil más relevantes de la España Ilustrada del siglo XVIII. El principal objeto de su construcción, que duró casi un siglo (1753-1849), era el de posibilitar el transporte del excedente agrícola, sobre todo harinas y granos, hasta Alar del Rey, localidad donde da comienzo el Canal, y ya a través de carros y posteriormente por ferrocarril, se trasladaban hasta el puerto de Santander.

Desde los primeros momentos de su construcción el Canal se convirtió en una importante vía de transporte consiguiendo, no solo el desarrollo de la agricultura sino también el de la industria, al permitir el transporte de materias primas y el aprovechamiento de la fuerza del agua para las diferentes fábricas bien de papel, de harina o batanes que fueron apareciendo a sus orillas.    

Bien de Interés Cultural

Canal de Castilla

La apertura de la línea férrea Valladolid-Alar del Rey, con un trazado casi paralelo al del Canal de Castilla, motivo que el tráfico de mercancías por agua experimentara una caída en picado.

A día de hoy, este Bien declarado de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico, está destinado tanto para aprovechamiento de sus aguas para el riego como para uso turístico.

A lo largo de sus tres Ramales, el del Norte, el de Campos y el del Sur atraviesa tres provincias Palencia, Burgos y Valladolid, permitiendo al visitante el disfrute de la flora y fauna del entorno, al igual que realizar actividades deportivas como paseos en bicicleta, rutas a caballo o el uso de piraguas y embarcaciones que le permitirán contemplar este recurso desde otra perspectiva.   

Canal de Castilla
Palencia Sonora

Palencia Sonora

Desde la celebración de su primera cita en 2004, miles de espectadores han respaldado a Palencia Sonora. Actualmente está en marcha su 20 aniversario lo cual consolida este Festival como uno de los de más larga trayectoria en el panorama nacional.

Accesible, cómodo, económico y solidario son algunas de las señas de identidad de este evento que, año tras año, continúa creciendo y que sigue cosechando la complicidad de espectadores procedentes de toda la geografía nacional.

Su cartel, apto para todos los públicos, se convierte en una fusión de estilos, lenguajes y propuestas musicales, que van desde el pop al rock, pasando por el indie, la electrónica u otros sonidos de fusión. Este Festival hace una clara apuesta por grupos y artistas emergentes de la comunidad y la escena musical nacional además de reunir a algunas de las bandas consagradas del panorama independiente de nuestro país.

El espacio escogido para la realización de este Festival lo hace, aún si cabe, más especial. Emplazado en el espacio verde del Parque del Sotillo, junto al río y el Puentecillas, los espectadores pueden disfrutar de un entorno fresco, amplio y a escasos metros del centro de la ciudad que permite una perfecta combinación de música y naturaleza.

Palencia Sonora

Por si fuera poco, el Festival no solo queda enmarcado en este idílico entorno, sino que también se extiende por toda la ciudad con una serie de actividades complementarias que posibilitan que toda Palencia participe de estas actividades musicales. Talleres de música, animación y conciertos para los más pequeños, colaboraciones con diferentes entidades y asociaciones locales, concursos de fotografía, sesiones de dj´s y un largo etcétera de actividades que se desarrollan por toda la ciudad llenando de música y de ambiente festivo cada plaza y cada rincón.

Sin lugar a duda se trata de un evento en el que cada año se incrementa el número de visitantes y que en su pasada edición congregó a más de 15.000 personas, cifra que se espera sea superada en esta edición especial de su 20 aniversario.

Puentecillas

El Puentecillas

Puentecillas

Paralelo a la orilla del rio Carrión encontramos este Puente, conocido cariñosamente con el sobrenombre de Puentecillas, el cual constituyó durante siglos la única vía de unión entre ambas márgenes del rio.

Pero para encontrar el origen de este Puente hemos de remontarnos muy probablemente a la época Romana, en la que el pequeño enclave vacceo de Palencia, adquirió gran importancia como punto de aprovisionamiento de trigo para el ejército romano. Esta necesidad de alimento contribuyó a que la ciudad de Palencia se convirtiera en un importante cruce de grandes vías que unían Numancia, Clunia, Astúrica Augusta y Legio VII entre otras.

Todo esto ocasiono la necesidad de construir estructuras con las que poder vadear el rio y comunicar ambas orillas facilitando así el trasiego de materias primas.

De ahí que la construcción de este Puente pueda datarse en los primeros años de ocupación romana, sobre mediados del siglo I antes de Cristo.

El posterior crecimiento de la ciudad provocará que se vayan añadiendo, en los siglos posteriores, otros accesos como el puente de don Guarín, el Puente Mayor y el Puente de Abilio Calderón, ejemplo de la arquitectura de hierro en la ciudad de Palencia.

Uno de los pulmones de la ciudad

Puentecillas
Puentecillas

Hoy en día, este puente romano pasa a considerarse un acceso peatonal desde el que se pueden tomar unas preciosas instantáneas de la Catedral y del rio y que permite acceder al parque del Sotillo de los Canónigos, uno de los pulmones de la ciudad donde poder disfrutar de un agradable paseo, hacer uso de las instalaciones municipales de las piscinas o formar parte de uno de nuestros más renombrados Festivales “El Palencia Sonora”.

Como curiosidad no  podemos cerrar esta entrada del blog sin hacer alusión a la gran piedra redonda que encabeza el Puente y que es conocida como el “Bolo de la Paciencia”, el cual, según indica la tradición, tenía el cometido de ser el punto de descanso para las antiguas lavanderas que llevaban sus cestos de ropa a lavar a  las orillas del Canal de Castilla.

Iglesia de San Miguel. Palencia
Puentecillas
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Iglesia de San Miguel

Iglesia de San Miguel

Situada a orillas del rio Carrión, esta iglesia, conocida popularmente como “la Novia del río Carrión”, constituye, gracias a su inconfundible torre-campanario, uno de los iconos más reconocibles de la capital palentina.

Situada a orillas del rio Carrión, esta iglesia, conocida popularmente como “la Novia del río Carrión”, constituye, gracias a su inconfundible torre-campanario, uno de los iconos más reconocibles de la capital palentina.

Distinguida como Monumento Histórico Artístico desde nada menos que el año 1931, fue declarada Bien de Interés Cultural en diciembre de 1992.

Su elemento más sobresaliente es la torre calada situada en la fachada principal a los pies de la nave central y cuya altura alcanza los 70 metros respecto al nivel del suelo.  

Se trata de una torre de eminente vocación defensiva y fortificada, la cual durante la Edad Media jugaría un papel importante dado su emplazamiento en un extremo de la urbe y en la misma orilla del rio Carrión.

En su estado actual, el campanario de San Miguel queda estructurado en cuatro cuerpos de altura. El superior con su remate almenado y el cuerpo inferior donde resalta su elegante portada de seis arquivoltas ligeramente apuntadas y abocinadas decoradas con esculturas de santos y ángeles, donde aún se conserva parte de la policromía original.

Templo del 'Bautizo del Niño'

Iglesia de San Miguel. Palencia

Sobre el cuerpo de la portada y también entre contrafuertes se abre un bonito ventanal típicamente gótico en arco doblado, apuntado y ajimezado y sobre ellos, a ambos lados, sus reconocibles y elegantes ventanales góticos con tracería calada.

Esta torre, la más antigua de las torres palentinas quedo profundamente dañada tras el terremoto de Lisboa de 1755, siendo objeto tras él de una exhaustiva reforma de consolidación.

El templo de San Miguel es, además, escenario cada 1 de enero de una de las tradiciones que mejor definen el acervo cultural de la ciudad. Se trata del denominado «Bautizo del Niño», una singular ceremonia religiosa denominada Bautizo del Niño, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI y que consiste en la celebración del sacramento del bautismo con una imagen de Jesús niño a quien acompaña una madrina. Una vez concluida la ceremonia, se realiza una procesión por los entonos de la iglesia portando la imagen de Jesús sobre andas, a la vez que es mecido al son un villancico popular conocido como Ea. Esta fiesta, que tiene la distinción de Fiesta de Interés Turístico Nacional, concluye con el lanzamiento de caramelos y confites como si se tal cual se tratase de un bautizo. 

Iglesia de San Miguel. Palencia
Iglesia de San Miguel. Palencia
Villandrando

Modernismo en Palencia

Modernismo en Palencia

En el s. XIX la burguesía en la ciudad de Palencia acrecienta su poder económico y social como consecuencia del desarrollo de la industria, consolidándose como la clase social dominante; este proceso de industrialización junto con la llegada del ferrocarril y la desamortización influirán en la nueva arquitectura de la ciudad y en la concepción de un nuevo urbanismo que responde a las necesidades de esta nueva clase pujante.

En este marco se desarrolla el modernismo, recogiendo actuaciones en todas las artes, pero sobre todo en las decorativas. El ornamento será una de las características esenciales no sólo como decoración sino como símbolo y utilizará el ladrillo y el hierro como materiales fundamentales de construcción. Se trata de un estilo ecléctico que se lleva a cabo en edificios tanto públicos como privados: hospitales, asilos, fábricas, casas, monumentos conmemorativos y restauraciones.

Edificios Emblemáticos

Mercado de Abastos
Diputación Provincial

Entre las muchas edificaciones representativas de este estilo en nuestra ciudad podemos destacar edificios civiles como el Ayuntamiento de estilo neoclásico, la Diputación Provincial obra de Jerónimo Arroyo o el edificio de Correos con características neo platerescas. Edificios funcionales como el Mercado de Abastos o el Puente de Abilio Calderón, los cuales se encuadran dentro de la arquitectura denominada “del hierro”; o construcciones tan significativas como el Colegio de Villandrando, una de las fachadas más llamativas de la Calle Mayor rematada por una cornisa que cobija un bellísimo friso realizado por Daniel Zuloaga. Todas ellas, obras, que junto con otras de igual importancia dan testimonio de un estilo artístico que encuentra en la ciudad de Palencia uno de sus mejores exponentes a nivel nacional.

Instituto Jorge Manrique
Romería de Santo Toribio

Romería de Santo Toribio

Romería de Santo Toribio

Dice la leyenda que, en el año 447, Santo Toribio, obispo de Astorga, en su intento por convertir a los palentinos de la herejía priscilianista al cristianismo, fue insultado y apedreado retirándose a una cueva en el cerro del Otero.

Días después, unas fuertes lluvias causaron la crecida del río Carrión y la completa inundación de las calles de la ciudad que los palentinos atribuyeron a un castigo divino. Atemorizados, los vecinos subieron hasta el cerro y allí pidieron perdón al santo que mandó que las aguas del río volviesen a su cauce.

Este es el origen histórico de una de las fiestas más importantes de Castilla y León, que se celebra en la ciudad de Palencia desde el siglo XV y que a lo largo de todo este periodo de tiempo ha ido experimentando variaciones sin perder su esencia, hasta convertirse en 2005 en Fiesta de Interés Turístico Regional. En la actualidad, es intención del Ayuntamiento de Palencia lograr la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Fiestas del Barrio del Cristo

Romería de Santo Toribio

La romería se celebra cada año el domingo más cercano al 16 de abril, coincidiendo con las Fiestas del Barrio del Cristo.

Esta festividad da comienzo con la procesión que se inicia en la iglesia de San Ignacio y Santa Inés. La imagen del santo es llevada en andas por los miembros de la peña de Santo Toribio acompañada de las autoridades que cumplen así un voto de villa y por el grupo de danzas del barrio de El Cristo y la Banda de Música municipal.

La comitiva finaliza la procesión en la ermita de Nuestra Señora del Otero y del Santo Cristo del Otero ubicada en el Centro de Interpretación de Victorio Macho, a los pies del Cristo, donde se oficia la misa.

Tras la misa, el Alcalde de la ciudad, autoridades y vecinos, arrojan miles de bolsas, lo que se conoce popularmente como «Pedrea del Pan y el Queso» con la que se rememora el agravio al Santo.

 

Romería de Santo Toribio
Monte El Viejo

Monte El Viejo, 5 veces más que Central Park

Monte El Viejo: 5 veces más que Central Park

A tan solo 6 kilómetro de Palencia se encuentra Monte El Viejo, un área natural que cuenta con una superficie de 1.435 hectáreas y que fue vendida, en 1191, a la ciudad y al Cabildo de la Catedral por el Rey Alfonso VIII.

Con una altitud de 862 metros sobre el nivel del mar, cuenta con una vegetación muy característica, entre la que destacan la encina y el quejigo, así como una buena representación de jara, madreselva, romero, rosal silvestre o espino blanco.

Actualmente es un espacio natural utilizado para el ocio y disfrute de todos los palentinos, así como de todos esos turistas que quieren sentir de cerca la naturaleza más pura. Anteriormente, hasta su declaración como Monte de Utilidad Pública en 1953, proporcionó beneficios económicos al ser aprovechados sus recursos de caza, pastos, leñas y carbón de leña.

Diferentes espacios recreativos

Palencia, una de las ciudades con más zonas verdes por habitante de España
Monte El Viejo

Cinco veces más que Central Park, los palentinos disfrutan en sus diferentes espacios recreativos, como son La Casa Grande, construida en el siglo XVI; La Casa Pequeña, construida en el siglo XVIII; y el Refugio, construido en el siglo XX y que actualmente es un bar-restaurante.

Pero, además, es un lugar de recreo conectado a la capital por un carril-bici, lo que ofrece multitud de posibilidades deportivas, como rutas en BTT o senderismo. En su interior, también, es posible disfrutar de una reserva ciervos o de infraestructuras deportivas.