Canal de Castilla
El Canal de Castilla es uno de los proyectos de ingeniería civil más relevantes de la España Ilustrada del siglo XVIII. El principal objeto de su construcción, que duró casi un siglo (1753-1849), era el de posibilitar el transporte del excedente agrícola, sobre todo harinas y granos, hasta Alar del Rey, localidad donde da comienzo el Canal, y ya a través de carros y posteriormente por ferrocarril, se trasladaban hasta el puerto de Santander.
Desde los primeros momentos de su construcción el Canal se convirtió en una importante vía de transporte consiguiendo, no solo el desarrollo de la agricultura sino también el de la industria, al permitir el transporte de materias primas y el aprovechamiento de la fuerza del agua para las diferentes fábricas bien de papel, de harina o batanes que fueron apareciendo a sus orillas.
Bien de Interés Cultural
La apertura de la línea férrea Valladolid-Alar del Rey, con un trazado casi paralelo al del Canal de Castilla, motivo que el tráfico de mercancías por agua experimentara una caída en picado.
A día de hoy, este Bien declarado de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico, está destinado tanto para aprovechamiento de sus aguas para el riego como para uso turístico.
A lo largo de sus tres Ramales, el del Norte, el de Campos y el del Sur atraviesa tres provincias Palencia, Burgos y Valladolid, permitiendo al visitante el disfrute de la flora y fauna del entorno, al igual que realizar actividades deportivas como paseos en bicicleta, rutas a caballo o el uso de piraguas y embarcaciones que le permitirán contemplar este recurso desde otra perspectiva.